Documentación importante para la adquisición de un cachorro de Golden Retriever

Su disposición amigable, su carácter dócil y bonachón y su actitud complaciente, sin menosprecio de sus destacadas cualidades para el rastreo, han convertido al Golden Retriever o Cobrador Dorado en la tercera raza canina familiar más popular. Por ello, cada vez son más personas las que se deciden a adquirir cachorros Golden Retriever. La adquisición de un animal siempre conlleva una serie de responsabilidades.

En el caso de los cachorros Golden Retriever y de cualquier raza de perros en general, es precisa la entrega de una serie de documentación al futuro dueño.

En primer lugar, es necesaria que la cartilla veterinaria esté en regla, es decir, con los sellos oficiales y la correspondiente firma de un veterinario titulado. La rúbrica corresponderá a las inoculaciones practicadas. Debe figurar también la fecha de las mismas.

El segundo documento importante requerido para la adquisición de cachorros Golden Retriever es el Justificante de Inscripción en el Libro de Orígenes. Su objetivo es ratificar la pureza del animal y debe ser cubierto y firmado por el criador. En él figurarán los datos del ejemplar, así como los datos personales (nombre, dirección, DNI y número de teléfono) del nuevo propietario del cachorro. El documento llevará, además, la fecha en que se realiza la cesión. Sin este documento, el dueño no podrá solicitar posteriormente el pedigrí oficial.

Todo cachorro debe estar correctamente identificado. La manera más habitual de hacerlo y la única aceptada actualmente para la obtención del pedigrí es mediante el implante de un microchip. Hay varios registros de pedigrí, practicamente uno para cada Comunidad Autonoma, pero el único Oficial, reconocido internacionalmente por FCI  es el que se inscribe en el LOE, Libro de Origenes Español. Este es el pedigree exigible a un criador serio de Golden Retriever.

Es imprescindible, que en el momento de la adquisición se entreguen al nuevo propietario las copias de los documentos veterinarios que certifiquen que se trata de un perro sano, esto es descendientes de padres libres de displasia de caderas, codos y de defectos oculares hereditarios. Es muy importante que se entreguen también copias de los certificados oficiales de ADN de los progenitores del cachorro, ya que es la única forma de asegurar que este cachorro es realmente hijo de los padres indicados en la correspondiente documentación entregada por el criador y que los certificados entregados corresponden realmente a los padres del cachorro. Tambien seria deseable conocer las caderas, codos y taras oculares de los antepasados del cachorro, no solo de sus padres, ya que las taras hereditarias saltan en muchas ocasiones una o dos generaciones.
Es habitual la entrega de un dossier informativo relativo a los cuidados que precisa el cachorro, así como las señas del veterinario que lo ha atendido.

Asimismo un criador responsable ofrecera y dara su apoyo a los nuevos propietarios, para ayudarles y facilitarles un correcto crecimiento fisico y psicologico del cachorro.